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jueves, 18 de octubre de 2012

El día que casi muero (Y casi me dan el premio Darwin).

Hoy en pensado en ti, sí, sí, en ti. Claro que estoy hablando de mi blog. Porque nunca me he olvidado de ti, yo te sigo queriendo mi amol.Respecto for me pls ¿por qué? Porque ya no estoy en la E.S.O y porque hace unas semanas hice un pleno en la bolera, así que pls respecto. Ya estoy en Bachiller, que no es 5º de la E.S.O. Paro ya y empiezo ha contar mi historia.

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Verano 2011.Quizás julio, quizás agosto, no sé. Por estas tierras quedábamos cuatro gatos, literalmente, sí, porque todo el mundo tiene pueblo, tiene casa en la playa, que si se van de vacaciones... Y yo que me iba el 13 de agosto pues me tenía que tragar todo el verano casi sin gente. Quedábamos cuatro personas y yo era la única chica ¡la única! (Aunque éso no me importa porque es algo que ya estoy acostumbrada). Teníamos nuestras tardes, había tardes aburridísimas pero había otras que para ser cuatro no estaban mal. Ya se nos habían acabado las ideas, era siempre lo mismo y no sabíamos qué hacer; hasta que a alguien se le ocurrió que un día fuésemos al Parque Europa en bici ¡EN BI-CI! Yo le pregunté a mi padre que cómo podríamos ir y me dijo que desde aquí no porque teníamos que pasar por carretera (aunque seguro que hay una forma de ir que no hace falta ir por carretera).
 Entonces, decidimos coger el tren, ir hasta Torrejón y pasar el día allí; cogimos las bicis y fuimos a la Renfe que está bastante lejos. Ya estábamos allí, esperando el tren, llegó y tuve que subir yo primera con la bici al tren. Os explico para los que no lo sepáis: en el tren de la Renfe hay que subir unas escaleritas para entrar al tren. Imaginaos la situación: la bici, las escaleritas, mi fuerza-pedo y yo. ¿Qué paso? Pues como os podéis imaginar me caí entre coche y andén, (decir esto me recuerda a la mujer del metro diciendo: ''Atención: Estación en curva. Al salir tengan cuidado para no introducir el pie entre coche y andén'') pero como soy así de torpe pues yo al entrar introduje mi pierna derecha, porque sí. En esos momentos no podía hacer nada, mis amigos se quedaron mirando y tampoco hicieron nada, creía que las puertas se iban a cerrar y me iba a llevar el tren. Hasta que me recogieron entre dos morenos mazados y me salvaron, es bromi, me ayudaron a subir un chico joven y señor de mediana edad, me salvaron. Cuando subí al tren me temblaba todo porque había estado al borde de la muerte, tonta pero muerte. 
Si no hubiesen sido por ellos ahora mismo en mi epitafio pondría : ''Premio Darwin por una muerte absurda, amiga de sus amigos aunque ellos no la intentaron salvar.''